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Nuestro cerebro funciona no por lo que queremos, sino que presta más atención a la naturaleza de las palabras que usamos con frecuencia.Para nuestro cerebro nuestras palabras no se las "lleva el viento".No, las interpreta como órdenes.Piensa dos veces antes de hablar, quien siempre conversa lleno de negatividad y quejas, programa su cerebro para manifestar controversia y problemas.
Los niños que crecen con adultos negativos, absorben esta programación mental que saboteará su capacidad para ser felices.
Asi que si está enfermo hable más de como puede recuperar su salud,en lugar de repetir y repetir lo mal que se siente.
