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A continuación, ofrecemos algunas “reglas de oro” para que tus comentarios logren ser útiles y no causar ofensa al mismo tiempo. Ahora, podrás dar tu opinión sin miedo a terminar con una amistad o enturbiar sin necesidad, las relaciones con tu pareja.
• Omite los rasgos de personalidad
Si quieres que tus críticas saquen lo mejor de alguien, elimina de tu crítica la necesidad de atacar uno de los déficits de su personalidad. Si comienzas trayendo a la luz ciertas deficiencias de personalidad, es posible que tu contraparte interprete tus comentarios como un ataque personal, haciendo que tu punto pierda toda validez para sus oídos insultados. Desde luego, es imposible separar del todo a la persona de su conducta pero deberás hacer el esfuerzo en vistas de construir una verdadera crítica constructiva., de describir la conducta problemática, no atacar a la persona:"Cuando dejas las luces encendidas..." VS "Tan indolente, siempre dejas las luces enecendidas...."
• Busca un lenguaje apropiado
Cada una de las palabras que dice puede hacer la diferencia. Para bien o para mal. Usar terminología hermanada al asunto en cuestión mantendrá la crítica constructiva dentro de un nivel menos amenazante, más allá del abordaje. Además, puedes lanzar incluso la crítica más severa con el lenguaje adecuado. Empezar una frase con “A mi me parece que...”, o “Puedo equivocarme, pero creo que...” hace que sea menos probable que tu punto se vea envuelto en aires de hostilidad o arrogancia. En lugar de: "Porque tú..."
(Continuará)
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